El ingeniero agrónomo Ricardo Fernández, del equipo técnico de SCHANG Agronomía, analiza a fondo el cierre de la gruesa y las perspectivas de la fina, en una campaña agrícola sin precedentes.

Por Ing. Agr. Ricardo Fernández  

Estamos, sin dudas, en un año atípico, sin precedentes. Encontrándonos ya en la primera quincena del mes de junio, parte de la cosecha gruesa de la campaña 19/20 aún no se ha terminado, faltan algunos lotes de soja de primera, muchos más de soja de segunda, y prácticamente todo el maíz.

Todo esto es producto de que hace unos 20 - 25 días hubo lluvias muy importantes, y luego ha continuado el clima con un período de un ciclo de alta humedad y niebla , lo cual no permite que los granos se sequen, tanto la soja como el maíz andan en valores de 18, 20, 22%, muy altos que no solo no permite a la cosechadora trillar, sino que –tema no menor- implica llevar el grano a una planta a secar, tener el costo de secado, y nos encontramos en un período en que los precio de soja están muy bajos, por niveles realmente piso, lo cual no permite aumentar los costos de comercialización.

En cuanto a rendimiento, está siendo una campaña relativamente buena, con sojas de 2.500 a 3.500 kg, con algunos lotes que rondan los 4.000 kg. Depende por supuesto del lugar, es un promedio de la zona centro de la provincia de Buenos Aires, Azul, Las Flores, Olavarría, parte de Tandil. Y lo poco que se ha hecho de maíz anduvo por los 7 a 8.000 kg, y en algún caso, 10.000kg., dependiendo mucho de cómo acompañaron las lluvias en los meses de enero y febrero.

La nueva campaña de fina 20/21 comenzó de una manera rara, muy silenciosa, ya se ha largado con la siembra de las variedades largas de trigo, que requieren vernalización (acumular horas de frío para ir cumpliendo con las distintas etapas de desarrollo), y se largó también algún lote de cebada. Es un año distinto, si bien en nuestra actividad todos lo son y tienen lo suyo, pero este es raro, distinto, muy silencioso, pero se va avanzando lentamente.

En cuanto a insumos, los precios de los fertilizantes de esta campaña hace algunas semanas estaban en valores por debajo del promedio de las últimas campañas, pero cuando empezó a circular el rumor de que el gobierno va a poner un dólar más alto para las importaciones de insumos, lo cual se traslada a nivel del productor, genera que el precio tenga un aumento importante. Todavía no está definido pero ya hubo un aumento, y es probable que en los próximos días se siga ajustando el mismo.

Con respecto a otros insumos, herbicidas, insecticidas, fungicidas, seguramente estos cambios también van a impactar en los precios. En glifosato ya hubo un pequeño aumento, y con el resto de los productos el panorama por el momento está tranquilo, si bien algún proveedor ha puesto en manifiesto y anunciado que podría haber cambios, aún estamos a la expectativa. Probablemente impacte menos en estos insumos porque a diferencia del fertilizante, generalmente no se importa todo, sino únicamente las drogas y las formulaciones son locales.

En el mes de marzo, abril se fueron cerraron varios negocios de compra de agroquímicos, semillas e insumos, en base a una expectativa de que el dólar oficial tuviera algún aumento, lo cual ha hecho que muchos productores, sobre todo los que han ido cosechando algo, o los que tienen ganadería y vendieron algún lote de terneros, fueran tomando posición.

El otro rumor que circula, es que el gobierno tiene la intención de subir unos 3 puntos las retenciones a soja, maíz y trigo. Esto lleva a que se genere mucha expectativa con el tema, generando dudas y frenando algunas decisiones en cuanto a la rotación o pensando en qué cultivo de gruesa sería más conveniente para la próxima campaña.

Además, con los precios piso que ya están, si bien son precios internacionales, y las retenciones para agricultura, el negocio queda muy fino, la rentabilidad es muy ajustada. Siendo que en nuestra zona gran parte de la siembra se hace en área alquilada, el margen bruto queda muy acotado.

Si bien el productor agrícola en Argentina está acostumbrado a estar siempre con varias cosas de las que no se sabe qué va a pasar, esto no deja de ser un condimento más para que sea una campaña distinta a las anteriores y lo que es poco probable proyectar a lo largo del tiempo, ya que no sabemos qué va a pasar mañana, ya que las reglas cambian seguido.

Como para ir cerrando, se empiezan a ver algunos valores de trigo a cosecha, que no son muy alentadores, rondan los 160 o 165 dólares que, con todo lo que comentamos más arriba, hacen bastante difícil el margen. Pero el productor siempre sigue avanzando.

Creemos que se va a hacer mucho menos cebada que el año pasado, ya había algunos partidos en que se venía haciendo menos que en ciclos previos, y esta campaña creemos que va a seguir bajando el área de de cebada y va a aumentar un poco el trigo, reemplazando ese porcentaje. Las causas posibles son que las malterías necesitarán este año menos grano que las campañas anteriores, entonces hay menos contratos, y la comercialización de cebada siempre fue un poco más difícil. Si bien es un cultivo fácil de hacer y rinde un poco más que el trigo, la comercialización ha sido más compleja, y el productor queda atado a menos compradores o posibilidades de negociar esa producción.

Ricardo Fernández es Ingeniero Agrónomo e integrante del equipo técnico de SCHANG Agronomía

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