Por Miguel on Domingo, 13 Enero 2019
Categoría: Especiales

Desarrollo sustentable, desafío y oportunidad

La búsqueda del equilibrio entre lo social, lo económico y lo ambiental invita a repensar los escenarios productivos, sin descuidar ninguno de los tres aspectos 

Miguel Viñuales (ZonaCampo)​


El concepto de desarrollo sustentable es, probablemente, uno de los que más ha ido evolucionando en las últimas décadas. Si bien la necesidad de crecimiento a todo nivel es incuestionable, la sociedad exige cada vez más que este progreso contemple, de manera integrada, multiplicidad de elementos que van más allá de lo económico.


En esta entrevista con ZonaCampo, los funcionarios Julio Valetutto Petronio, Secretario de Desarrollo Económico, y la Ing. Emilia Diaz, Directora de Desarrollo Sustentable, de la Municipalidad de Olavarría, explicaron los alcances e implicancias de adoptar la concepción moderna de desarrollo sostenible como pilar de las actividades productivas del ser humano.

Según Valetutto, "La sustentabilidad lo incluye todo, y por eso es uno de los principales desafíos y oportunidades a los que nos enfrentamos como sociedad, es un concepto transversal, que atraviesa todo tipo de actividad humana", a lo cual la ingeniera Díaz agregó que "hoy se habla de desarrollo sustentable desde un enfoque holístico, generalizado, que se aplica a todas las áreas y busca el equilibrio entre lo social, lo económico y lo ambiental".

"La búsqueda de este equilibrio lleva a que tomemos formas de concebir la producción que vienen desde hace mucho tiempo, y las hagamos encontrar y coincidir con otras nuevas, buscando que se potencien unas a otras para que la interacción de los tres aspectos sea adecuada. Hay algunas en que se enfatiza más un área que otra, por ejemplo, ciertas prácticas son más rentables pero ambientalmente más agresivas, entonces el desafío pasa por integrarlas de alguna manera que pueda sostenerse en el tiempo sin descuidar lo demás", remarcó Valettuto.

Repensar el escenario


En relación a la producción agropecuaria, Julio Valetutto y Emilia Díaz, manifestaron que el desafío que abre la búsqueda de sustentabilidad, ofrece a su vez una oportunidad de repensar todo el escenario, con vista a largo plazo, y considerar de manera integrada el entorno social, ambiental y económico de manera que no terminemos perjudicándonos a nosotros mismos y a las generaciones futuras.

"Es muy importante tener en cuenta que esta nueva mirada sea posible en términos de viabilidad económica, hay cuestiones concretas que no se pueden dejar de lado porque tienen que ver con el sostenimiento de las propuestas, la cantidad de demandas reales a cubrir. Generalmente, las económicas son las que más pesan, por eso el desafío consiste en reconfigurar el sistema de alguna manera viable, para que pueda mutar a algo más saludable en términos social y ambiental, que son las dos patas más descuidadas, pero sin dejar de lado lo económico porque no se puede hacer un corte brusco y cambiar todo", indicó el Secretario de Desarrollo Económico.

"Trabajando en la conciencia del ciudadano, mejorando la información de que se dispone y la manera de divulgarla, es como se tracciona toda la cadena de valor. Cuando el consumidor, el ciudadano, el receptor final exige lo que corresponde, toda la cadena de comercialización tiene que adaptarse" (Julio Valetutto Petronio)

En relación a la manera de hacerlo, la ingeniera Emilia Díaz explicó que la actividad productiva agropecuaria es tan amplia, tanto en áreas primarias como secundarias, que es difícil dar ejemplos sin generalizar. "Hoy se está instalando cada vez más el modelo de bioeconomía, que apunta al desarrollo económico a partir de la utilización de biomasa en diferentes productos, ya sea biocombustibles, biofertilizantes, eso es un ejemplo bastante concreto. Pero también hay otros aspectos que hacen a la sostenibilidad agropecuaria, hay propuestas nuevas respecto de actividades que son inicialmente a pequeña escala pero que esperamos tengan un alcance cada vez mayor, también hay cuestiones de índole operativa, maneras de aplicar insumos o de realizar trabajos de manera que sean más amigables con las personas y el ambiente", agregó la funcionaria.

Desde el punto de vista social, el tema del campo representa un desafío aparte, ya que el acceso a cuestiones básicas como salud, educación, energía eléctrica, conectividad y comunicaciones es muy diferente en el campo que en la ciudad. "Fortalecer el arraigo en el campo es un tema que nos exige atención continua, porque la brecha que se marca entre una persona que vive en la ciudad y una que vive en el campo sin los medios adecuados es muy grande, por eso tenemos que llevárselos para que se puedan desarrollar", expresó Valetutto.

"Por ese motivo, estamos poniendo mucho énfasis en todo lo que tiene que ver con energías renovables, tanto solar como eólica, para poder brindar los servicios adecuados y desarrollar sus actividades cotidianas en el lugar donde estén. Por el contrario, también nos pasa que hay algunas actividades que hace algunos años se desarrollaban sin mayor impacto, pero ahora la ciudad ha crecido tanto que prácticamente las áreas rurales han quedado pegadas al casco urbano y se generan problemas ambientales como olores, ruidos, que también es necesario solucionar, por lo cual intentamos incorporar tecnologías modernas que permiten solucionar estos temas en estas nuevas comunidades que aparecen", agregó Díaz.


La demanda de la comunidad


Uno de los puntos que más fuertemente determina la adhesión al enfoque moderno del desarrollo sostenible es la demanda social por parte de la comunidad, que cada vez está más informada y exige que se contemplen ciertos límites, ciertos cuidados a la hora de realizar actividades productivas.

"Hay una demanda notoria por parte de los diversos sectores, en relación a que se quieren hacer las cosas de una manera diferente, mejor, más sostenible. Es un proceso muy positivo, con resultados que van volviéndose tangibles. Hay mesas de trabajo, encuentros, se busca que en todos los ámbitos se incorporen buenas prácticas", explicó Emilia Díaz.

"Trabajando en la conciencia del ciudadano, mejorando la información de que se dispone y la manera de divulgarla, es como se tracciona toda la cadena de valor. Cuando el consumidor, el ciudadano, el receptor final exige lo que corresponde, toda la cadena de comercialización tiene que adaptarse. Desde el municipio realizamos muchas actividades tendientes a generar esta conciencia, que incluyen tratamiento de residuos, uso eficiente de la energía, eventos, capacitaciones, programas en conjunto con otras instituciones, universidades. Todo eso, sumado a los esfuerzos que se hacen desde otros lugares, hace que la gente se vaya concientizando, quiera estar informada", indicó Valettuto.

"Ese es el cambio que más se ve, la participación de la gente es cada vez mayor. Una persona informada puede, por ejemplo, saber si una aplicación de agroquímicos está bien o mal realizada, y si cuenta con un sistema accesible para efectuar el reclamo, que funciona bien y que va a ser escuchado por el gobierno que municipal, provincial o el que corresponda, su participación va a generar una mejora en la implementación de buenas prácticas. Y eso es muy positivo", concluyó Díaz.

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